martes, 27 de enero de 2015

PREGUNTAS SOBRE LITERATURA RENACENTISTA 3º ESO A

CUESTIONARIO SOBRE LITERATURA RENACENTISTA

1. ¿En qué siglo se desarrolla el Renacimiento en España?
2. ¿Dónde se inicia este movimiento?
3. ¿Cuáles son sus principales influencias?
4. ¿Por qué se le llama “Renacimiento” a este periodo?
5. ¿Qué es el humanismo?
6. ¿Qué supone el humanismo de esta época para la ciencia y la tecnología?
7. ¿Qué es el antropocentrismo?
8. ¿Cuáles son los temas más importantes en esta época?
9. ¿Cómo es el estilo de la literatura renacentista?
10. ¿Cuál es el ideal de hombre renacentista? ¿Y el ideal de mujer?
11. ¿Qué obra marca la transición entre la Edad Media y el Renacimiento?
12. Los metros y las estrofas más utilizados en este periodo se toman de la
literatura italiana. ¿Cuáles son?
13. Cita a los poetas renacentistas más importantes y escribe el título de sus obras
más representativas.
14. Escribe todos los tipos de novelas que se cultivan en el Renacimiento.
15. ¿Qué es la novela picaresca?
16. Obra picaresca más conocida de la época y argumento.
17. ¿Cuál es la obra más conocida de Miguel de Cervantes? (Escribe su título completo)
18. ¿En qué año se publicó?
19. ¿Con qué finalidad escribe Cervantes esta obra?
20. Escribe todo lo que sepas sobre los protagonistas de la obra de Cervantes.
21. ¿En qué consiste el fenómeno de “quijotización” y “sanchificación”?
22. Cuenta brevemente el argumento de Don Quijote.
23. ¿Cuál es el título completo de la obra La Celestina?
24. ¿Quién es su autor?
25. ¿Qué enseñanza moral nos intenta dar el autor con esta obra?
26. ¿Cómo se refleja el amor cortés en La Celestina?
27. ¿Quiénes son los personajes principales?
28. ¿Y los secundarios?
29. ¿Qué clases sociales aparecen reflejadas en La Celestina?
30. Escribe todo lo que sepas sobre el personaje de Celestina.
31. Une con flechas:
1) El Lazarillo de Tormes
2) Don Quijote
3) La Celestina
4) Novelas ejemplares
5) La Lozana andaluza
6) Églogas
7) Romeo y Julieta
8) El sueño de una noche de verano
a) Fernando de Rojas
b) Shakespeare
c) Cervantes
d) Garcilaso
e) Anónimo
f) Cervantes
g) Shakespeare
h) Francisco Delicado
32. ¿A qué tipo de novela pertenecen las siguientes obras?
§ El Lazarillo de Tormes
§ Églogas
§ La Celestina
§ Novelas ejemplares
§ La Lozana andaluza
§ Don Quijote


COMENTARIO DEL SIGUIENTE POEMA DE GARCILASO

SONETO XIII
A Dafne ya los brazos le crecían
y en luengos ramos vueltos se mostraban;
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos que el oro oscurecían:
de áspera corteza se cubrían
los tiernos miembros que aún bullendo estaban;
los blancos pies en tierra se hincaban
y en torcidas raíces se volvían.
Aquel que fue la causa de tal daño
a fuerza de llorar, crecer hacía
este árbol, que con lágrimas regaba.
¡Oh miserable estado, oh mal tamaño,
que con llorarla crezca cada día
la causa y la razón por que lloraba!

lunes, 19 de enero de 2015

Apuntes aspectos generales del Renacimiento: la poesía renacentista 3º ESO A



EL RENACIMIENTO:
LA POESÍA RENACENTISTA

      1. Contexto histórico y cultural 
2. Característica generales del Renacimiento 
3.Características de la lírica renacentista
4.Temas de la lírica renacentista: Tópicos y aspectos formales
5. Períodos de la poesía renacentista:
  • Primer periodo ( Garcilaso de la Vega)
  • Segundo periodo (Fray Luis de León, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de la Cruz)
  1. Contexto histórico y cultural
A finales de la Edad Media la burguesía adquiere una gran importancia, se dedica a actividades comerciales y eso hace que los ciudadanos se liberen de la servidumbre feudal. Por otra parte, la Iglesia pasa por una profunda crisis religiosa. En toda Europa surgen movimientos de renovación ( el erasmismo con Erasmo de Rótterdam y la reforma luterana de Lutero.. Los reyes que en esta época gobiernan son Carlos I (nieto de los Reyes Católicos) y Felipe II, cuyo gobierno estuvo marcado por la Contrarreforma, el Concilio de Trento que reafirma la tradición y la doctrina romana frente a la protestante, y la batalla de Lepanto, que supuso la victoria de la armada española frente a los turcos. Posteriormente, la derrota de la Armada Invencible contra los ingleses supone el inicio de un periodo de decadencia y pesimismo social. El siglo XVI será de crecimiento económico y de auge demográfico. La tradicional convivencia de las tres comunidades religiosas (cristiana, árabe y judía) se rompe y durante mucho tiempo está presente la idea de la pureza de sangre ( los cristianos nuevos descendientes de judíos o árabes y los cristianos viejos) Todo este panorama aparece reflejado en la literatura de esta época., cuyos cimientos aparecen en la literatura grecolatina y en su concepción de la belleza, basados en la proporción y el orden en la composición, el equilibrio en el lenguaje, el ritmo en el verso y la prosa y la armonía y la claridad en las artes. Los temas que se tratan, inspirados en la cultura grecolatina, son el carpe diem, el beatus ille o canto a la vida retirada del mundanal ruido, el bucolismo (idealización de la vida pastoril y del paisaje en el locus amoenus) y la mitología.
Este movimiento tiene como precursores a los italianos Dante Alighieri (autor de la Divina Comedia), Francesco Petrarca ( autor del Cancionero) y Giovanni Bocaccio ( autor del Decamerón)
Y es en esta época cuando surge el Humanismo, movimiento ideológico y literario, cuyas líneas de actuación se basan en:
-un profundo conocimiento y admiración por la antigüedad clásica;Homero, Platón, Sófocles, Cicerón, Virgilio, Ovidio, etc
-un deseo de restauración de los ideales clásicos
-un estudio y defensa del latín y del griego
-una valoración entusiasta del mundo y de la diginidad del hombre

2. Características generales del Renacimiento

1.Surge del deseo de recuperar e imitar a los autores clásicos de la cultura grecolatina y sus valores éticos y estéticos.
2.El pensamiento renacentista se basa en el humanismo: el hombre es la medida de todas las cosas. La consideración de los logros humanos conduce a una confianza y a un optimismo que llevan a la exaltación de los goces vitales (carpe diem, collige, virgo, rosas).
3.Retorno al idealismo de la filosofía platónica: la belleza absoluta como ideal y como aspiración inalcanzable e irrenunciable del ser humano.
4.La naturaleza siempre idealizada, se convierte en el marco paradisíaco (locus amoenus) en el que se sitúan los deseos más nobles y más bellos del hombre, singularmente las relaciones amorosas. Esta concepción se debe posiblemente a la influencia del poeta latino Virgilio.
5.Se adoptan los ideales estéticos clásicos, basados en la elegancia, el orden, el equilibrio, la claridad, la proporción, etc.

  1. Características de la lírica renacentista
1.Los motivos amatorios de la poesía de Petrarca se convierten en modelo a imitar por los poetas renacentistas españoles. Es un amor imposible o frustrado, platónico.
2.Los tópicos clásicos que representaban la poesía latina ( sobre todo del poeta Horacio) son adoptados por la lírica española.
3.Se adoptan las formas métricas italianas ( en endecasílabo ,el soneto italiano, la lira)
4.La mitología se convierte en referente y surte de figuras retóricas y de motivos poéticos a la lírica renacentista.
5.La naturaleza idealizada y bellísima ( locus amoenus) se convierte en el lugar perfecto para las relaciones amorosas, también idealizadas.

4.Temas de la lírica renacentista: tópicos

Por influencia de Petrarca la poesía es confesión del propio sentimiento amoroso del poeta, un amor imposible, fuente de frustración y dolor.
Reaparecen una serie de tópicos clásicos:
  1. Carpe diem ( “agarra el día” , es decir, goza del momento presente pues la vida es breve y la fortuna cambia muy rápida)
  2. Collige, virgo, rosas ( “recoge, doncella, las rosas”), invitación a que las jóvenes amen antes de que se marchite la belleza.
  3. Aurea mediocritas (“la feliz mediocridad “), alabanza a la vida moderada.
  4. Beatus ille (“Dichoso aquel”), añoranza de una vida apartada del mundanal ruido.
  5. Locus amoenus (“lugar ameno o agradable”), lugar idílico, generalmente un verde prado con frutas, árboles, agua, etc.
  6. Descriptio puellae ( “descripción de la amada”), imagen ideal de la amada.
  7. Donna angelicatta. La mujer considerada como un ángel

Aspectos formales

Aparecen nuevos versos y estrofas. Los versos predilectos son el endecasílabo y el heptasílabo y las estrofas más frecuentes el soneto, la lira, la silva y la octava real. Se recuperan muchos de los géneros de la tradición grecolatina: églogas, odas, epístolas, elegías. En cuanto a los recursos estilísticos destacan el uso de la metáfora, el epíteto y el hipérbaton.
5.Períodos de la poesía renacentista

Esta lírica se desarrolla a través de dos periodos bien definidos:
-La poesía del primer Renacimiento ( reinado de Carlos I) con Garcilaso de la Vega como principal representante.
-La poesía del segundo Renacimiento (época de Felipe II) con Fray Luis de León como poeta más importante.
Las fuentes de esta poesía la encontramos en la literatura popular
( romances y villancicos), los modelos clásicos ( Virgilio, Horacio y Séneca), la influencia de la Biblia y la asimilación de la literatura italiana.
Poesía del primer Renacimiento. Se desarrollaron varias corrientes:
  • Lírica culta en versos castellanos: El mejor representante es Cristóbal de Castillejo.
  • Lírica tradicional y romancero: Todos los poetas cultivaron la canción tradicional. El tema era el amor cortés.
  • Poesía italianista: El petrarquismo se difundió por toda Europa. Juan Boscán fue el introductor de los temas y las formas italianas en la poesía española. Éste y Garcilaso de la Vega introdujeron en la poesía española el soneto, la canción petrarquista, el terceto encadenado, la octava real y la lira. Se introdujeron también los géneros de origen clásico: la epistola o carta literaria, la égloga, la elegía y la oda.

Garcilaso de la Vega:

Nació en Toledo 1501, en el seno de una familia noble. Ejerció un cargo importante en la guardia real y pasó al servicio de Carlos I. Conoció a Isabel Freire, una dama portuguesa que inspiró sus versos. Fue desterrado a Nápoles y allí completó su formación humanística. Murió en el Sur de Francia.
Se distinguen en su poesía tres etapas:
  1. La influencia de la lírica hispánica. En la obra de Garcilaso hay influencias de la poesía de los cancioneros y del poeta valenciano Ausias March.
  2. La asimilación del petrarquismo. El influjo de Petrarca en Garcilaso fue decisivo. De él tomó la métrica, las estrofas, los temas, etc. Volvió sus ojos hacia los clásicos, especialmente hacia Virgilio, Horacio, Ovidio
  3. La plenitud. Después de la muerte de Isabel Freire compuso sus creaciones más bellas.
La obra de Garcilaso fue breve: tres églogas, dos elegías, una epístola, cuatro canciones, La Oda a la Flor de Gnido, treinta y ocho sonetos y ocho canciones en verso castellano.
El tema principal de su obra es el amor e incorpora a la naturaleza como elemento constante de su lírica. Garcilaso creó una nueva lengua poética caracterizada por el equilibrio, la naturaleza y la armonía. Recurre frecuentemente en su poesía a los tópicos clásicos como el locus amoenus, la idealización del rudo pastor, el carpe diem o la belleza femenina

La poesía del segundo Renacimiento:
Los dos grandes autores que inspiraron esta poesía fueron el italiano Petrarca y el poeta latino Horacio. La poesía petrarquista, más sonora, brillante y sensual tuvo como máximo exponente al sevillano Fernando de Herrera. La poesía horaciana tuvo como principal representante a Fray Luis de León. A estas tendencias hay que añadirle la poesía religiosa con San Juan de la Cruz.

Fray Luis de León:
Nació en Belmonte (Cuenca 1528). Descendiente de judíos se licenció en Teología en Salamanca de cuya Universidad fue maestro. Fue denunciado a la Inquisición por haber traducido al castellano El Cantar de los Cantares. Era un humanista y un hombre culto, dedicado al estudio. Estuvo cuatro años encarcelado en Valladolid.
Su obra se divide en tres grupos:
1. Poesía original. Está constituida en su mayor parte por odas. Los temas son muy variados y sigue el modelo de Horacio de quien tomó el tema del beatus ille (el elogio de la vida sencilla y retirada). Algunas de las más conocidas son: Oda a la vida retirada y Noche serena.
2. Traducciones de clásicos. Tradujo en versos castellanos las odas de Horacio y las églogas de Virgilio.
3. Las traducciones bíblicas. Tradujo a lengua vulgar El Cantar de los Cantares, Pasaje del libro de Job y algunos salmos.

Un de sus obras más importantes es De los nombres de Cristo, en la que tres monjes agustinos participan en una conversación sobre los nombres que las sagradas escrituras dan a Cristo, y su significado y La perfecta casada, donde expone las virtudes que debe tener una esposa cristiana
Su estilo se caracteriza por la preocupación lingüística reflejada en la pureza de los textos y en las observaciones etimológicas. Su estilo es elegante y sencillo. En cuanto a las fuentes de su poesía destacamos tres: la Biblia, el humanismo renacentista y el clasicismo.

La poesía religiosa: La ascética y la mística.
La ascética: intenta perfeccionar a las personas mediante una vida de esfuerzo y sacrificio. Sus autores más importantes son Fray Luis de Granada y San Juan de la Cruz.
La mística: aspira a la unión del alma con Dios. Este proceso tiene tres etapas o vías: la purgativa (el alma se despoja de lo terreno), la iluminativa (se siente la presencia de Dios) y la unitiva (el alma se une con Dios). Destacan San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús.

San Juan de la Cruz:
Nació en Ávila. Profesó en la orden del Carmelo. Funda diversos conventos Fue rector en Baeza y prior en Granada y Segovia donde murió. Durante su estancia en prisión compuso sus tres poemas místicos más importantes:
Noche oscura del alma: poema compuesto en liras que cuenta como una joven( el alma) sale disfrazada de su casa para reunirse con el amado (Dios) a quien se entrega.
Cántico espiritual: poema escrito en liras en el que dialogan una pastora (la esposa) y un pastor (el esposo). Es una adaptación del Cantar de los Cantares de la Biblia.
Llama de amor viva: se trata de una oda que describe las sensaciones amorosas del poeta al unirse con Dios.
El estilo de San Juan se caracteriza por su musicalidad, el uso del lenguaje figurado y la utilización de la alegoría, el símbolo, la imagen y la paradoja.

Santa Teresa de Jesús

Fue la impulsora de la reforma de la orden del Carmelo y fundó numerosos conventos. Sus poemas místicos están escritos en metros cortos al estilo de la poesía tradicional. En ellos expresa sus experiencias religiosas. Entre sus obras en prosa destacan El libro de la vida, Las moradas, Libro de las fundaciones y sobre todo Camino de perfección.







domingo, 18 de enero de 2015

Apuntes Modernismo 2015 4º ESO A y C


EL MODERNISMO 


INTRODUCCIÓN


En la última década del siglo XIX aparece un grupo de jóvenes escritores pertenecientes a la pequeña burguesía que muestran un gran deseo de renovación. Se trata de un grupo de escritores nacidos entre 1864 y 1875 que vivieron los acontecimientos históricos y los problemas de la España de final de siglo y fueron especialmente sensibles al “desastre del 98”
El Modernismo nace en Hispanoamérica, hacia 1875, gracias a la obra de poetas como José Martí o Manuel Gutiérrez Nájera, pero será Rubén Darío quien conformará definitivamente las bases de este movimiento que afectará a todas las manifestaciones artísticas. Aunque la lírica es el género más cultivado, la narrativa y el teatro también están representados.
Los autores modernistas, descontentos con la realidad, se enfrentan a la estética dominante y realizan una profunda renovación literaria que afecta tanto a la forma como al contenido.
Reciben estos jóvenes las influencias de dos movimientos franceses de la segunda mitad del XIX: el Parnasianismo y, sobre todo, el Simbolismo (para algunos críticos el modernismo es el nombre que recibe el simbolismo en las letras hispánicas), pero también de la literatura norteamericana (Edgar A. Poe) y rusa (Chejov, por ejemplo).
El Parnasianismo busca la perfección formal, los versos pulidos, de ahí la preferencia por ciertos temas propicios al lucimiento esteticista: la mitología, la evocación del tiempo pasado o de ambientes exóticos, como los orientales. Su lema es “el arte por el arte”.
El Simbolismo (nacido en Francia como reacción al naturalismo, y representado por Verlaine, Rimbaud y Mallarmé, pero con antecedentes en Baudelaire; en España, un precursor es Bécquer) defiende que la realidad, tras sus apariencias, esconde significaciones profundas que el poeta tiene que descubrir y comunicar al lector. Para ello se sirven de los símbolos (imagen física que sugiere ideas, sentimientos, angustias, obsesiones...). Por ejemplo el ‘ocaso’ puede ser símbolo de la decadencia o de la muerte, el ‘camino’ será símbolo de la vida, etc. La poesía se convierte así en un instrumento del conocimiento que, a través de los símbolos, capta la realidad suprarracional, subjetiva, que sólo se puede expresar mediante la alusión y la sugerencia (de ahí la importancia también de la metáfora y de la musicalidad del verso).
En las LETRAS HISPÁNICAS el Modernismo tiene su cuna en Hispanoamérica. Hasta hace relativamente poco tiempo, se venía aceptando la fecha de 1888, año de publicación de ‘Azul’ de Rubén Darío, como inicio del modernismo hispanoamericano. Sin embargo, los críticos han advertido la presencia de la nueva estética en la prosa juvenil del cubano José Martí, que puede ser considerado precursor de la corriente modernista. En todo caso, ello no niega a Rubén Darío el papel de líder y figura más significativa del movimiento.
En España, Manuel Reina, Salvador Rueda y Ricardo Gil pueden ser considerados como precursores de esta nueva sensibilidad, cuya influencia es más evidente en la obra de los dramaturgos Francisco Villaespesa y Eduardo Marquina. Manuel Machado y los inicios poéticos de Antonio Machado (Soledades) y Juan Ramón Jiménez (la primera etapa o ‘época sensitiva’: “Almas de violeta”, “Ninfeas”, “Arias tristes” y “Jardines lejanos”) son también representativos del Modernismo.Por último en este grupo podemos incluir a Ramón María del Valle-Inclán y sus “Sonatas”.

CARACTERÍSTICAS DEL MODERNISMO.

Rechazo de la vulgaridad y de la mediocridad que creen ver en la sociedad de su tiempo.
De ahí el gusto por lo exótico y lo exquisito, que se busca en el mundo antiguo, en el pasado medieval, en la Francia versallesca, en la mitología germánica, en las civilizaciones asiáticas, y en la creación de un mundo lleno de belleza (evasión y exotismo).
Este gusto por refugiarse en un pasado, casi siempre decadente, se advierte en el motivo muy frecuente en la época de la “ciudad muerta” (Brujas o Venecia en las literaturas europeas; las viejas ciudades castellanas, como Ávila, Segovia y Toledo, en la literatura castellana).
El deseo de huir de la mediocridad más próxima les lleva también al gusto por los viajes y por conocer gentes y lugares distintos (‘cosmopolitismo’); su ciudad preferida será París, con su vida bohemia y sus cabarets.

Esteticismo (“El arte por el arte” y la “estética como ética” eran sus lemas / ”glorificación de la belleza más allá del bien y de la verdad” dice el crítico Gonzalo Sobejano)
La insatisfacción del mundo circundante también le lleva a la exaltación del arte y, dentro del arte, de la poesía como el medio para penetrar en lo absoluto y lo infinito. La poesía como encarnación de la Belleza.
Aspectos de la ESTÉTICA MODERNISTA son:
  • Evocación del mundo sensorial
Abundante empleo de sinestesias (‘verso azul’, ‘sol sonoro’), adjetivación e imágenes deslumbrantes y referidas a todos los sentidos (vista, tacto, olfato, gusto) con las que se trata de captar un mundo sensorial lleno de goce y belleza. El adjetivo y la metáfora se convierten los recursos decisivos.
En esta poesía llena de colorido son característicos el azul, violeta, lila, púrpura, granate, oro, plata, rubí, zafiro, marfil, ébano, nieve.
Los ambientes que se recrean tienen un valor simbólico y evocador, tanto los interiores como exteriores: salones elegantes con espejos, divanes, pianos, arañas de luz, búcaros con flores...; lunas y aromas nocturnos, jardines lejanos y otoñales con fuentes, estanques, surtidores; animales elegantes o fabulosos (cisnes, pavos reales, leopardos, tigre, elefantes, dragones, unicornios...), personajes reales o mitológicos cargados de erotismo (princesas, caballeros, ninfas, sátiros, sirenas...)
  • Musicalidad y renovación métrica
Importancia del ritmo y de la armonía de las palabras para sugerir. Ello lleva a los modernistas a la recuperación de metros olvidados o poco utilizados (alejandrino, eneasílabo) y a la creación de otros nuevos (de hasta 20 sílabas), el uso del verso libre, las asonancias internas...También al gusto por la versificación a base de pies acentuales, especialmente los ternarios: dáctilos (“ínclitas razas ubérrimas”), anfíbracos (“ya se oyen los claros clarines”) y anapestos (“La princesa está triste; ¿qué tendrá la princesa?”).
La musicalidad se nota también en la abundancia de aliteraciones (bajo el ala aleve del leve abanico), juegos fónicos (trompas guerreras resuenan), utilización a de palabras esdrújulas (púrpura, crisálida, libélulas);

  • Riqueza verbal y capacidad de sugestión.
A ello responde la aparición de un vocabulario exótico (heliotropo, clámides, acanto, plinto, nenúfares, adelfas, azur...), nombres mitológicos (Venus, Adonis, ninfas, sátiros), realidades misteriosas (castillos, odaliscas, marquesas, unicornio). En general, léxico extraño que llaman la atención. Por otro lado, se huye de la expresión grandilocuente que usaron muchos románticos y se busca, sugerir, insinuar, no declarar abiertamente los sentimientos; y una sintaxis más natural y cercana a la lengua hablada.

TEMAS DEL MODERNISMO
  • La recreación del pasado y la invención de mundos imaginarios (lo clásico, lo medieval, lo legendario, lo exótico, lo oriental...).
  • El mundo sensorial captado a través de todos lo sentidos (vista, oído, olfato, tacto).
  • La intimidad del poeta. Los modernistas, al igual que los románticos, potenciaron el dominio de la pasión sobre la razón, de la emoción sobre la reflexión; pero, al contrario que los románticos, más que “su propio” sentimiento, individual e intransferible, se busca el sentir transferible y comparable al de los otros. Antonio Machado decía: “Mi sentimiento no es exclusivamente mío, sino más bien ‘nuestro’ ”. En esta expresión del ‘mundo interior’ hay diferentes posturas que oscilan entre un vitalismo optimista, que lleva a un goce desenfrenado de la vida, y profundas manifestaciones de insatisfacción, descontento, desánimo hastío, melancolía y soledad (el tema del dolor, la angustia y la muerte es muy frecuente).
  • El amor y el erotismo. El tratamiento de ambos aspectos apunta en dos direcciones: una, la idealización del amor y de la mujer, mundo inalcanzable que sume al poeta en la más profunda tristeza; otra, el erotismo desenfrenado, encarnado en la mujer fatal, lasciva y dominadora.
  • La utilización del símbolo y del mito: los escritores modernistas utilizan símbolos para crear sensaciones y evocar lo inefable, lo que no puede expresarse por procedimientos racionales. El símbolo modernista por excelencia es el cisne, que puede tener distintos significados: representa la belleza, la pureza, la elegancia, la aspiración ideal, lo aristocrático. El Modernismo recurre a otros muchos mitos (Clásicas como fuente de inspiración (Venus, Adonis, Orfeo ... ).
  • Lo indígena: se valoran las culturas precolombinas de los pueblos hispanoamericanos, se expresa un sentimiento de nostalgia por un pasado legendario y se utilizan mitos guerreros como el de Caupolicán, cuya fuerza representa la oposición a los valores norteamericanos. Al principio, la re­currencia a lo indígena se interpreta como una muestra de su escapismo; más tarde, se relaciona con el anhelo de recuperar sus orígenes hispanoamericanos.
  • Lo oculto o religioso: se busca una explicación espiritual de la realidad, para lo cual se re­cogen elementos del Budismo, el Cristianismo, y la filosofía y religión griegas. Como Pitágoras, se cree en el ritmo y la armonía universales.
  • La angustia romántica: se manifiesta en un sentimiento de soledad y hastío, y en el tono de tristeza melancólica que impregna algunos poemas modernistas.
  • El cosmopolitismo: los modernistas desean una fraternidad universal y París, ciudad cos­mopolita por excelencia, símbolo de lo exquisito y aristocrático, se convierte en el centro del mundo modernista.

EL MODERNISMO EN ESPAÑA E HISPANOAMÉRICA


El Modernismo tuvo su origen en Hispanoamérica. Allí hubo un grupo de poetas que pueden considerarse premodernistas: el mejicano Manuel Gutiérrez Nájera (1859-1895), los cubanos Julián del Casal (1863-1893) y José Martí (1853-1895), y el colombiano José Asunción Silva (1865-1896), entre otros. Sin embargo, fue Rubén Darío quien dio carácter específico al movimiento. En España, aunque ya Zorrilla, Rosalía de Castro y Bécquer habían anticipado algunos recursos (innovaciones métricas, intuiciones presimbolistas...), no existió un grupo de poetas premodernistas en sentido es­tricto.

En América, el Modernismo estaba totalmente definido ya a finales del siglo xix; en España daba sus primeros pasos cuando Rubén Darío llegó por primera vez a nuestro país en 1892. El Modernismo español comenzó a consolidarse entre 1892 y 1899, coincidiendo con sendos viajes de Rubén a España; en 1900 ya había triunfado de la mano de Juan Ramón Jiménez. A la difusión del Modernismo contribuyeron revistas literarias como Vida nueva (1898) o Helios (1902), en las que par­ticipaban Jacinto Benavente, Valle-Inclán y Juan Ramón Jiménez, entre otros jóvenes escritores del momento.

Tanto en América como en España el Modernismo se adaptó al carácter autóctono y al diferente devenir histórico. En el continente americano triunfó la tendencia esteticista; en nuestro país, junto a ella, apareció, a raíz de los acontecimientos históricos del 98, otra tendencia más honda y reflexiva, preocupada por aspectos sociales y existenciales

LA RENOVACIÓN DE LA LENGUA POÉTICA


El Modernismo inicia una renovación completa de la lengua poética que no es sino una mues­tra más de su anhelo estético. Con el fin de conseguir el goce de los sentidos y la sugerencia de lo suave y delicado, los poetas utilizan los siguientes recursos:

El colorido o cromatismo en una gama amplia que va de los colores suaves a los fuertes.

Los efectos sonoros de las palabras, que se consiguen gracias al uso de palabras es­drújulas, una profusa adjetivación y las más variadas figuras retóricas: aliteraciones («la libélula,vaga de una vaga ilusión»), sinestesias («para ver de sus ojos la dulzura de luz») u otras imágenes llenas de originalidad.

Un vocabulario insólito, acorde con los nuevos temas, que alude a realidades exóticas y exquisitas (acanto, crisantemo, heliotropo, salterio ... ), a nombres de héroes y dioses mitológicos (.Jasón, Pan, Afrodita ... ), a realidades arcaicas misteriosas o aristocráticas (pagodas, castillos, odalis­cas, marquesas ... ), o al mundo fantástico de los cuentos infantiles («Un quiosco de malaquita /un gran manto de tisú... »).

La innovación métrica


El ritmo es un elemento fundamental del Modernismo, que continúa una renovación métrica (nuevos esquemas rítmicos, progresivo uso del encabalgamiento, acercamiento entre el verso y la prosa) que ya había sido iniciada por poetas románticos como Rosalía de Castro. No sólo se persigue una sonoridad nueva sino también la correspondencia entre sentimiento y musicalidad. Se busca captar y expresar el ritmo de las ideas. La renovación métrica afectará a los siguientes elementos:

.Los versos. Se utilizan versos antiguos, como el hexámetro grecolatino, y otros de proce­dencia francesa. Los preferidos por sus posibilidades musicales son: el alejandrino, de catorce síla­bas, con una nueva acentuación; el eneasílabo, de nueve; el dodecasílabo, de doce; y los tradiciona­les endecasílabo y octosílabo, de once y ocho sílabas respectivamente. Los encabalgamientos y las rimas internas rompen la cadencia habitual del verso. Son frecuentes las series de endecasílabos blancos (sin rima).
.Las estrofas. Algunas de ellas ya se conocían y otras fueron importadas de fuera. En cual­quier caso, la estrofa preferida sigue siendo el soneto, aunque con importantes variaciones de rima y longitud del verso. Se usan también la estrofa de pie quebrado y la silva asonantada.

La acentuación. Además del abundante uso de palabras esdrújulas, ya comentado, se traslada al castellano la métrica clásica, basada en la alternancia de sílabas largas y breves, que se sus­tituyen por silabas tónicas y átonas respectivamente: «ínclitas razas ubérrimas sangre de Hispania fe­cunda... »

La rima. Se alternan la rima consonante y la asonante.

EL REGENERACIONISMO


La crisis del sistema político de la Restauración y la sensación general de decadencia, agravada por la realidad del desas­tre del 98, hizo reaccionar a un reducido grupo de intelectuales y políticos que plantearon en sus escritos la necesidad de regenerar España identificando sus problemas y proponiendo remedios eficaces para superarlos.

Los regeneracionistas, con Joaquín Costa a la cabeza, señalan como una de las principales causas de la decadencia es­pañola la degradación del sistema socioeconómico y político de la Restauración. Su pro­grama de regeneración propone: acabar con el caciquismo y con el retraso que supone el excesivo peso de la tradición, llevar a cabo la reforma del campo, conseguir «escuela y despensa» para todos, y tener en cuenta el modelo europeo (europeización) para hacer progresar al país.

MODERNISMO FRENTE A LA GENERACIÓN DEL 98:DIFERENCIAS Y ASPECTOS COMUNES

En el periodo que abarca los últimos años del siglo xix y los primeros del xx se dan a conocer en España una serie de autores importantes adscritos tradicionalmente a dos movimientos: el Modernismo y la Generación del 98.
La crítica ha mantenido al respecto dos posturas encontradas. Para algunos, como Valbuena Prat, Pedro Salinas o Guillermo Díaz Plaja, Modernismo y Generación del 98 son dos grupos clara­mente diferenciados; para otros, como Juan Ramón Jiménez o Ricardo Gullón, Modernismo y 98 son una misma cosa, y representan la forma hispánica de la crisis de fin de siglo.

En nuestra opinión, Modernismo y 98 tienen más elementos en común que diferencias. Los autores modernistas y los del Grupo del 98 pertenecen a una misma generación histórica y forman parte de un mismo fenómeno: el Modernismo, que, como movimiento cultural, trae consigo un nuevo clima estético, y en cuyo seno surge un grupo, el del 98, que, sin oponerse al anterior, presenta ca­racterísticas propias.

Así, mientras los precursores del Modernismo son poetas, los del 98 son ideólogos; mien­tras a los modernistas los mueve la búsqueda de la belleza, a los del 98, la verdad; mientras aquellos se declaran cosmopolitas, estos se sienten profundamente españoles; por último, si la literatura mo­dernista es una literatura de los sentidos y la del 98 de las ideas. Sin embargo, es evidente que a am­bos movimientos une la urgencia de derribar los viejos valores y la conciencia de desastre.


RUBÉN DARÍO

Félix Rubén García Sarmiento nace en Nicaragua en 1867. A los 21 años publica
su primera obra “Azul”. Periodista y diplomático reside en España donde traba
amistad con miembros de la Generación del 98. Viajó mucho, lo que le da su
tono cosmopolita. Su condición de mestizo y su sensibilidad se reflejan en su
obra donde valora lo americano, lo español y lo sensorial.
Estilo: su gusto por los temas refinados y suntuosos le llevan a crear un lenguaje poético en el que lo cromático y lo musical se transforman en los principales
valores. Renovó profundamente el léxico utilizando arcaísmos y neologismos y
tuvo preferencia por las palabras que tenían un marcado carácter estético
(olímpico, unicornio, bicorne, ánfora, náyade…). Utilizó una marcada
adjetivación y empleó mucho la aliteración (por sus valores sonoros, fónicos :
bajo el ala leve del leve abanico”) Pero sobre todo hay que destacar su uso de la métrica, que empleó con una absoluta libertad. Versos poco frecuentes (eneasílabos, dodecasílabos, alejandrinos o tetradecasílabos, hexámetro latino…) son utilizados con profusión.
Obras:
Azul, Prosas Profanas (que supone lo más típico de su estilo), Cantos de vida y esperanza (que suponen su obra más intimista y en la que destaca su gusto por lo hispano)
REALISMO MODERNISMO
Sentido burgués Arte aristocrático, elitista
Predominio de lo cotidiano y lo vulgar Exquisitez, elegancia
Poca importancia de la forma Culto a la belleza sensorial (luz, sonidos,
Color,etc)
Observación de la realidad externa Primacía de lo subjetivo (sentimientos
íntimos, fantasía, imaginación)
Descripción de la realidad diaria Ambientes irreales o exóticos
Inquietudes sociales El arte por el arte

Historia de los apellidos

Documental sobre la historia de los apellidos

viernes, 9 de enero de 2015

Apuntes Realismo y Naturalismo 4º ESO


EL REALISMO Y EL NATURALISMO

1.EL REALISMO

El Realismo literario es una corriente dentro de un movimiento más general que afecta al arte, al cine Neorrealismo, a la fotografía (que surge con él en el siglo XIX) y a la filosofía de la ciencia (Popper y Mario Bunge). Con sus obras pretende testimoniar documentalmente la sociedad de la época y los ambientes más cercanos al escritor frente a la estética del Romanticismo, que se complacía en ambientaciones exóticas y personajes poco corrientes y extravagantes. ambientaciones exóticas y personajes poco corrientes y extravagantes.
La estética del Realismo, fascinada por los avances de la ciencia, intenta hacer de la literatura un documento que nos pueda servir de testimonio sobre la sociedad de su época, a la manera que la recién nacida fotografía. Por ello describe todo lo cotidiano y típico y prefiere los personajes vulgares y corrientes, de los que toma buena nota a través de cuadernos de observación, a los personajes extravagantes o insólitos típicos del anterior Romanticismo. Esta estética propugna a su vez una ética, una moral fundamentada en la moderación y síntesis de cualquier contradicción, la objetividad y el materialismo. En cuanto a los procedimientos literarios del Realismo, son característicos el abuso de la descripción detallada y prolija, el uso del párrafo largo y complejo provisto de abundante subordinación, la reproducción casi magnetofónica del habla popular tal cual se pronunciaba y sin corrección alguna que pretenda idealizarla y el uso de un estilo poco caracterizado, un lenguaje "invisible" que exprese objetivamente sin llamar la atención sobre el escritor. Al igual que el Romanticismo, el Realismo tuvo dos corrientes, una conservadora, que alababa las viejas costumbres populares (José María de Pereda, Juan Valera), y otra progresista, caracterizada por la denuncia social (Benito Pérez Galdós, Leopoldo Alas "Clarín").
1.1 Características del Realismo
Los rasgos fundamentales del Realismo son:
· Procura mostrar en las obras una reproducción fiel y exacta de la realidad.
· Hace un uso minucioso de la descripción, para mostrar perfiles exactos de los temas, personajes, situaciones e incluso lugares; lo cotidiano y no lo exótico es el tema central, exponiendo problemas políticos, humanos y sociales.
· Rechaza el sentimentalismo, muestra al hombre objetivamente pues da toques de una realidad cruda.
· El lenguaje utilizado en las obras es coloquial y crítico, ya que expresa el habla común y corriente.
· Las obras muestran una relación mediata entre las personas y su entorno económico y social, del cual son exponente; la historia muestra a los personajes como testimonio de una época, una clase social, un oficio etc...
· Trata temas relacionados con los problemas de la existencia humana: el existencialismo.
· El autor analiza, reproduce y denuncia los males que aquejan a su sociedad.
· Transmite ideas de la forma mas verídica y objetiva posible

1.2 El realismo europeo

Destacamos en Francia autores como Honore de Balzac ( La comedia humana) y Gustave Flaubert ( Madame Bovary),en Inglaterra Charles Dickens ( Oliver Twist y David Coperfield) y Oscar Wilde (El retrato de Dorian Gray), en Rusia Leon Tolstoi (Guerra y paz y Ana Karenina) y Fiodor Dostoiesky (Crimen y castigo) Ya en EEUU destacamos a Mark Twain ( Las aventuras de Tom Sawyer y Las aventuras de Huckleberry Finn)

1.3 El Realismo en España

Contexto histórico, social y literario

- La burguesía, formada por grandes empresarios y terratenientes, es la clase dominante del país. Se instalan en el poder y se vuelven conservadores y moderados.
- Los progresistas, integrados por pequeños empresarios, artesanos y militares de baja graduación, se enfrentan al conservadurismo y a los privilegios de los ricos.
- El proletariado, clase a la que pertenecen los obreros y campesinos, intenta defender sus intereses; socialismo y anarquismo se enfrentan al sistema político dominante. La caída de Isabel II en 1868 abre el camino hacia un gobierno republicano.
- El positivismo, corriente filosófica que surge tras los avances técnicos y científicos, propone la observación rigurosa y la experimentación como únicos métodos para llegar al conocimiento de la realidad. Se desechan las corrientes románticas en las que predominaba el sentimiento y la imaginación. Surge el realismo literario que pretende reflejar la realidad tal y como es.
- El evolucionismo es un nuevo método experimental sobre las leyes de la herencia de Mendel y la evolución de las especies de Charles Darwin. Este método pretende explicar el comportamiento del hombre. Los escritores naturalistas reflejan estas corrientes en sus obras.
Situación literaria
Los cambios sociales y las nuevas corrientes ideológicas que surgen en esta segunda mitad del siglo XIX influyen en la producción literaria. La fantasía y la subjetividad del Romanticismo, así como la expresión libre de sus sentimientos más íntimos son sustituidos por todo aquello que rodea al hombre. El Realismo y el Naturalismo sustituyen al Romanticismo.

1.4 El Realismo literario
Este movimiento literario aparece en la segunda mitad del siglo XIX, como consecuencia de las circunstancias sociales de la época: la consolidación de la burguesía como clase dominante, la industrialización, el crecimiento urbano y la aparición del proletariado.
Las características básicas del Realismo literario son:
· Eliminación de todo aspecto subjetivo, hechos fantásticos o sentimientos que se alejen de lo real.
· Análisis riguroso de la realidad. El escritor nos ofrece un retrato riguroso de lo que observa.
· Los problemas de la existencia humana, componen el tema fundamental de la novela realista; ésa es la consecuencia del sumo interés por la descripción del carácter, temperamento y conducta de los personajes.
· Surge un tipo de novela en la que se analizan minuciosamente las motivaciones de los personajes y las costumbres.
· El novelista denuncia los defectos y males que afectan a la sociedad y ofrece al lector soluciones para detenerlos. Cada autor, según sus ideas, muestra lo que para él es un mal de la sociedad.
En cuanto a la novela realista los rasgos son los siguientes:
-el eje temático es el conflicto entre el individuo y la sociedad
-la novela es la representación de la vida
-el centro de la novela es el personaje, que reúne los rasgos de su grupo social
-se utilizan nuevas formas de exploración del alma como el monólogo interior y el estilo indirecto libre
-la pintura de ambientes: hay gran diversidad, como las reuniones en el casino, las fiestas populares, los paseos callejeros, etc
-el estilo busca la sobriedad, la agilidad en los diálogos y la profundidad en las reflexiones de los personajes
-el narrador es omnisciente, es decir, conoce absolutamente todo de los personajes.
2. EL NATURALISMO

El Naturalismo surge como una derivación del Realismo, que tenía como objetivo explicar los comportamientos del ser humano. El novelista del Naturalismo pretende interpretar la vida mediante la descripción del entorno social y descubrir las leyes que rigen la conducta humana.
Los escritores naturalistas representan a sus personajes en situaciones extremas de pobreza y marginación, y les gustaba describir los ambientes más bajos y sórdidos con el fin de poner al descubierto las lacras de la sociedad. La influencia de algunas teorías filosóficas se muestra en algunos de sus principios:
-aplicación de método experimental en la observación de la realidad: el novelista debe investigar cuáles son las leyes que rigen el mundo natural y su comportamiento
-importancia de la herencia biológica y el medio ambiente, que determina el comportamiento de los seres humanos
-presencia de lo más sordido y desagradable de la realidad circundante
-interés por los personajes marginales
3.NOVELISTAS REALISTAS Y NATURALISTAS
En esta época, la novela es el género literario preferido. Novelistas importantísimos reflejan los profundos cambios sociales en sus obras. No diferenciaremos autores del Realismo y del Naturalismo ya que todos participaron en ambas corrientes por simple evolución.
3.1 Juan Valera
Nació en Cabra (Córdoba) en 1824, hijo de una familia noble. Estudió Derecho e ingresó en el cuerpo diplomático, desempeñando diferentes misiones en varios países europeos y americanos. Fue miembro de la Real Academia Española. Comenzó a escribir cuando ya tenía cincuenta años. Murió en Madrid en 1905. Fue un hombre culto y refinado, de espíritu equilibrado y libre. Su inteligencia y fino sentido estético se manifiestan en su labor como crítico y en su estilo correcto, fluido y elegante; aunque, a veces, adolece de vigor y calor humano. No obstante, podríamos afirmar que es el escritor realista con un estilo más pulcro, técnico y elegante. Su primera obra fue Pepita Jiménez en la que un joven seminarista conoce a una mujer con la que su padre, que es viudo, piensa casarse. En esta novela destaca el uso del género epistolar ( a través de cartas se observa el lento progreso de la pasión luchando con los principios religiosos) El joven va enamorándose poco a poco de ella y, tras largas luchas interiores entre su vocación religiosa y su amor, triunfa el último. También escribió El Comendador Mendoza, Doña Luz, y una de sus mejores novelas, Juanita la Larga, cuando tenía setenta años.
TEXTO PARA COMENTAR

Juanita la Larga (Juan Valera)
Como de costumbre, jugaba al tute con la madre; como de costumbre, hablaba con Juanita en conversación general, y Juanita hablaba igualmente y le oía muy atenta manifestándose finísima amiga suya y hasta su admiradora; pero, como de costumbre también, las miradas ardientes y los mal reprimidos suspiros de don Paco pasaban sin ser notados y eran machacar en hierro frío, o hacían un efecto muy contrario al que don Paco deseaba poniendo a Juanita seria y de mal humor, turbando su franca alegría y refrenando sus expansiones amistosas. De esta suerte, poco venturosa triunfante para don Paco, se pasaron algunos días y llegaron los últimos del mes de julio. Hacía un calor insufrible. Durante el día los pajaritos se asaban en el aire cuando no hallaban sombra en que guarecerse. Durante la noche refrescaba bastante. En el claro y sereno cielo resplandecían la luna y multitud de estrellas, que, en vez de envolverlo en un manto negro, lo teñían de azul con luminosos rasgos de plata y refulgentes bordados de oro. Ambas Juanas no recibían a don Paco en la sala, sino en el patio, donde se gozaba de mucha frescura y olía a los dompedros, que daban su más rico olor por la noche, a la albahaca y a la hierba Luisa, que había en no pocos arriates y macetas, y a los jazmines y a las rosas de enredadera, que en Andalucía llaman de pitiminí, y que trepaban por las rejas de las ventanas, en los cuartos del primer piso, donde dormían Juanita y su madre. En aquel sitio, tan encantador como modesto, era recibido don Paco. Todavía allí, a la luz de un bruñido velón de Lucena, de refulgente azófar, se jugaba al tute en una mesilla portátil, pero no con la persistencia que bajo techado. Otras distracciones, casi siempre gastronómicas, suplían la falta de juego. Juana, que era tan industriosa, solía hacer helado en una pequeña cantimplora que tenía; pero con más frecuencia se entretenían comiendo ora piñones, ora almendras y garbanzos tostados, ora flores de maíz, que Juanita tenía la habilidad de hacer saltar muy bien en la sartén, y ora altramuces y, a veces, hasta palmitos cuando los arrieros los traían de la provincia de Málaga, porque en la de Córdoba no se crían
.
3.2 Benito Pérez Galdós

Nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1843. Se fue muy joven a Madrid donde estudió Derecho. En la capital pasó la mayor parte de su vida dedicándose fundamentalmente a escribir. Murió en Madrid en 1920. Escribió sus obras con la intención de encontrar la raíz de los problemas y explicarlo todo a los demás. Galdós fue un extraordinario narrador, aunque también escribió numerosas obras teatrales. Laproducción literaria de Galdós es enorme. Sólo su narrativa consta de más de setenta volúmenes, clasificados por él mismo en: Episodios Nacionales, Novelas de la primera época y Novelas contemporáneas.
· Episodios Nacionales. En estas obras, Galdós pretende ofrecer una visión, en forma novelada, de la historia de España del siglo XIX. Consta de cinco series de diez tomos cada una, salvo la última que quedó interrumpida. Los episodios históricos mejor logrados fueron: Trafalgar, El dos de Mayo, Gerona,Zaragoza.
· Novelas de la primera época. Todas ellas tienen características comunes: tratan problemas políticos y religiosos, profundizan en el estudio psicológico de los personajes y sobre la contradicción entre lo tradicional y lo liberal. Doña Perfecta, La Fontana de Oro, Gloria...
· Novelas contemporáneas. La mayoría de estas novelas tienen como eje central de su temática la ciudad de Madrid, sus gentes, sus calles y sus barrios. Fortunata y Jacinta, La desheredada, Miau, Tristana, Misericordia...
Otras obras: La familia de León Roch, Nazarín,
En cuanto a su estilo destacamos tres elementos:
-Agudas dotes de observador
-Dominio de la técnica del retrato
-Utilización del monólogo interior
TEXTO PARA COMENTAR

Trafalgar (Benito Pérez Galdós)
Entre los soldados vi algunos que sentían el malestar del mareo, y se agarraban a los obenques para no caer. Verdad es que había gente muy decidida, especialmente en la clase de voluntarios; pero por lo común todos eran de leva, obedecían las órdenes como de mala gana, y estoy seguro de que no tenían el más leve sentimiento de patriotismo. No les hizo dignos del combate más que el combate mismo, como advertí después. A pesar del distinto temple moral de aquellos hombres, creo que en los solemnes momentos que precedieron al primer cañonazo la idea de Dios estaba en todas las cabezas. Por lo que a mí toca, en toda la vida ha experimentado mi alma sensaciones iguales a las de aquel momento. A pesar de mis pocos años, me hallaba en disposición de comprender la gravedad del suceso, y por primera vez, después que existía, altas concepciones, elevadas imágenes y generosos pensamientos ocuparon mi mente. La persuasión de la victoria estaba tan arraigada en mi ánimo, que me inspiraban cierta lástima los ingleses, y los admiraba al verlos buscar con tanto afán una muerte segura.Por primera vez entonces percibí con completa claridad la idea de la patria, y mi corazón respondió a ella con espontáneos sentimientos, nuevos hasta aquel momento en mi alma. Hasta entonces la patria se me representaba en las personas que gobernaban la nación, tales como el rey y su célebre ministro, a quienes no consideraba con igual respeto. Como yo no sabía más historia que la que aprendía en la Caleta, para mí era de ley que debía uno entusiasmarse al oír que los españoles habían matado muchos moros primero, y gran pacotilla de ingleses y franceses después. Me representaba, pues, a mi país como muy valiente; pero el valor que yo concebía era tan parecido a la barbarie como un huevo a otro huevo. Con tales pensamientos, el patriotismo no era para mí más que el orgullo de pertenecer a aquella casta de matadores de moros.

3.3 Leopoldo Alas "Clarín"
Nació en Zamora en 1852, de familia asturiana. Estudió Leyes en Oviedo y se doctoró en Madrid. Fue catedrático de las facultades de Derecho de Zaragoza y Oviedo. Fue un hombre culto, de sólida formación universitaria y aguda capacidad crítica que hizo que fuese temido y respetado. Escribió una novela muy extensa que está considerada como una de las obras fundamentales del Realismo español: La Regenta, en la que Clarín hace un análisis minucioso y detallado del ambiente hipócrita y corrompido de Vetusta, ciudad donde se desarrolla la acción y que puede ser Oviedo. Satiriza a sus personajes que, bajo apariencias honradas, esconden la hipocresía y la maldad.
Obras: La Regenta, Su único hijo ( novelas extensas) Doña Berta ( novela corta), Pipá, Adiós cordera ( cuentos)
En La Regenta se narra la conquista por don Alvaro Mesía, típico seductor de provincia, de Ana Ozores, esposa del regente de Oviedo, mujer sobre la que ejerce gran influencia su confesor espiritual don Fermín de Pas. El adulterio y las relaciones ambiguas del sacerdote y la Regenta son los temas principales pero también aparecen otros como la mediocridad social e intelectual, la influencia de la iglesia y la ambición.
Clarín también destacó como uno de los mejores escritores de cuentos de su época, en los que analiza el comportamiento de personas malvadas y llenas de hipocresía. Entre ellos destaca ¡Adiós, cordera! En este cuento se nos narran las peripecias de tres amigos felices e inseparables: Rosa, Pinín y Cordera. Dos hermanos gemelos y su vaca Cordera que son felices en las montañas asturianas alejados de los peligros del mundo. Sólo un palo del telégrafo y un tren que pasa de vez en cuando son indicios de ese mundo. Pero un día ese mundo se llevará primero a la Cordera y luego a Pinín. Rosa se quedará sola con su dolor y sus recuerdos.
TEXTO PARA COMENTAR

¡Adiós, Cordera! (Leopoldo Alas "Clarín")
Desde aquel día en que adivinaron el peligro, Pinín y Rosa no sosegaron. A media semana se personó el mayordomo en el corral de Antón. Era otro aldeano de la misma parroquia, de malas pulgas, cruel con los caseros atrasados. Antón, que no admitía reprimendas, se puso lívido ante las amenazas del desahucio. El amo no esperaba más. Bueno, vendería la vaca a vil precio, por una merienda. Había que pagar o quedarse en la calle. El sábado inmediato acompañó al Humedal Pinín a su padre. El niño miraba con horror a los contratistas de carne, que eran los tiranos del mercado. La Cordera fue comprada en su justo precio por un rematante de Castilla. Se le hizo una señal en la
piel y volvió a su establo de Puao, ya vendida, ajena, tañendo tristemente la esquila. Detrás caminaba Antón de Chinta, taciturno, y Pinín, con ojos como puños. Rosa, al saber la venta, se abrazó al testuz de la Cordera, que inclinaba la cabeza a las caricias como al yugo. (...) El viernes, al oscurecer, fue la despedida. Vino un encargado del rematante de Castilla por la res. Pagó; bebieron un trago Antón y el comisionado, y se sacó a la quintana la Cordera. Antón había apurado la botella estaba exaltado; el peso del dinero en el bolsillo le animaba también. Quería aturdirse. Hablaba mucho, alababa las excelencias de la vaca. El otro sonreía, porque las alabanzas de Antón eran impertinentes. ¿Que daba la res tanto y tantos xarros de leche? ¿Que era noble en el yugo, fuerte con la carga? ¿Y qué, si dentro de pocos días había de estar reducida a chuletas y otros bocados suculentos? Antón no quería imaginar esto; se la figuraba viva, trabajando, sirviendo a otro labrador, olvidada de él y de sus hijos, pero viva, feliz... Pinín y Rosa, sentados sobre el montón de cucho, recuerdo para ellos sentimental de la Cordera y de los propios afanes, unidos por las manos, miraban al enemigo con ojos de espanto. En el supremo instante se arrojaron sobre su amiga; besos, abrazos: hubo de todo. No podían separarse de ella. Antón, agotada de pronto la excitación del vino, cayó como en un marasmo; cruzó los brazos, y entró en el corral oscuro. Los hijos siguieron un buen trecho por la calleja, de altos setos, el triste grupo del indiferente comisionado y la Cordera, que iba de mala gana con un desconocido y a tales horas. Por fin hubo que separarse. Antón malhumorado, clamaba desde casa:
-¡Bah, bah, neños, acá vos digo; basta de pamemes! -así gritaba de lejos el padre, con voz de lágrimas. Caía la noche; por la calleja oscura, que hacían casi negra los altos setos, formando casi bóveda, se perdió el bulto de la Cordera, que parecía negra de lejos. Después no quedaba de ella más que el tintán pausado de la esquila, desvanecido con la distancia, entre los chirridos melancólicos de cigarras infinitas.
¡Adíós, Cordera! -gritaba Rosa deshecha en llanto-. ¡Adiós, Cordera de mío alma!
-¡Adiós, Cordera! -repetía Pinín, no más sereno.
-Adiós -contestó por último, a su modo, la esquila perdiéndose su lamento triste, resignado, entre los demás sonidos de la noche de julio en la aldea...
4. EL NATURALISMO LITERARIO

El Naturalismo fue un estilo artístico, sobre todo literario, basado en reproducir la realidad con una objetividad perfecta y documental en todos sus aspectos, tanto en los más sublimes como los más vulgares. Su máximo representante, teorizador e impulsor fue el periodista y escritor francés Emile Zola, que expuso esta teoría en el prólogo a su novela Thérèse Raquin y sobre todo en Le roman expérimental (1880). Desde Francia, el Naturalismo se extendió a toda Europa en el curso de los veinte años siguientes adaptándose a las distintas literaturas nacionales.
El Naturalismo francés
Para algunos, el Naturalismo no es más que una segunda etapa del Realismo, para la cual un nuevo término no es necesario. Tomando como modelo al doctor Bernard en su Médecine expérimentale (1865), y siguiendo su método paso a paso, Zola considera que «El novelista está compuesto de un observador y un experimentador». El observador escoge su tema (el alcoholismo, por ejemplo) y emite una hipótesis (el alcoholismo es hereditario o se debe a la influencia del entorno). El método experimental reposa sobre el hecho de que el novelista «interviene de una manea directa para colocar a su personaje dentro de las condiciones" que revelarán el mecanismo de su pasión y verificarán la hipótesis inicial. «Al cabo, existe el conocimiento del hombre, el conocimiento científico, dentro de su acción individual y social». El naturalismo francés parece limitarse, fuera de Zola, a Guy de Maupassant, a los hermanos Goncourt y quizás a Alphonse Daudet. El Naturalismo pues se disolvió pronto en su propio país yfue rápidamente abandonado por sus partidarios
Características:
Los rasgos del Naturalismo radical son los siguientes:
1. Determinismo positivista como orden vital supremo, El naturalista presenta al ser humano sin libertad, determinado por la herencia genética y el medio en que vive.
2. La fisiología como motor de la conducta de los personajes.
3. Anticlericalismo radical
4. Sátira y denuncia sociales. La novela naturalista es un estudio serio y detallado de los problemas sociales, cuyas causas procura encontrar y mostrar de forma documental.
5. Concepción de la literatura como arma de combate político, filosófico y social.
6. Feísmo y tremendismo como revulsivos. Puesto que se presentan casos de enfermedad social, el novelista naturalista no puede vacilar al enfrentarse con lo más crudo y desagradable de la vida social.
7. Adopción de los temas relativos a las conductas sexuales como elemento central de las novelas. Por ello, frecuentemente el novelista naturalista se centra en el mundo de la prostitución, vista como lacra social y como tragedia individual. El público confundía sin embargo a veces naturalismo con pornografía, lo que no era la intención de los naturalistas. Estos critican con frecuencia la literatura folletinesca que trastorna la percepción de la realidad. En la mayoría de los escritos lo que se intenta es reflejar que la condición humana está mediatizada por tres factores:
1. La herencia genética
2. Las taras sociales (alcoholismo, prostitución, pobreza, violencia)
3. El entorno social y material en que se desarrolla e inserta el individuo. Esto es, lo que se conoce en filosofía como
Cabe destacar que, si bien Realismo y Naturalismo son muy parecidos en el sentido de reflejar la realidad tal y como es (contrariamente al idealismo romántico), la diferencia radica en que el Realismo es más descriptivo y refleja los intereses de una capa social muy definida, la burguesía, mientras que el Naturalismo extiende su descripción a las clases más desfavorecidas, intenta explicar de forma materialista y casi mecanicista la raíz de los problemas sociales y alcanza a hacer una crítica social profunda; además, si el individualismo burgués es siempre libre y optimi. Se considera que el Naturalismo es una evolución del Realismo. De hecho, la mayoría de los autores realistas evolucionó hacia esta corriente materialista, si bien otros orientaron su descripción de la realidad hacia el interior del personaje llegando a la novela psicológica.

El Naturalismo tenía como objetivo explicar los comportamientos del ser humano. El novelista del Naturalismo pretende interpretar la vida mediante la descripción del entorno social y descubrir las leyes que rigen la conducta humana. El Naturalismo surge en París; Zola fue el iniciador del movimiento Naturalista, al decidir romper con el romanticismo, crea este movimiento literario; siendo considerado el maestro de este movimiento junto con Gustave Flaubert. En sus obras más importantes describirían de manera cruda y realista el contexto social de París, el lugar de inicio del movimiento.
El Naturalismo español se reduce a unos cuantos elementos que se incorporaron a la novela realista. Por ejemplo, la Regenta incorpora referencias científicas usadas por los naturalistas. Galdós también incorpora a alguna de sus obras ciertos elementos naturalistas. Pero destacamos a dos autores sobre todos:
Emilia Pardo Bazán (Los pazos de Ulloa, La madre naturaleza, ambas obras ambientadas en el mundo rural gallego, La tribuna)
Vicente Blasco Ibáñez, con novelas ambientadas en la huerta de Valencia que describían odio, venganza, miseria, etc (La barraca, Arroz y tartana, Cañas y barro)

TEXTOS PARA COMENTAR
Misericordia (Benito Pérez Galdós)
Tenía la Benina voz dulce, modos hasta cierto punto finos y de buena educación, y su rostro moreno no carecía de cierta gracia interesante que, manoseada ya por la vejez, era una gracia borrosa y apenas perceptible. Más de la mitad de la dentadura conservaba. Sus ojos, grandes y oscuros, apenas tenían el ribete rojo que imponen la edad y los fríos matinales. Su nariz destilaba menos que las de sus compañeras de oficio, y sus dedos, rugosos y de abultadas coyunturas, no terminaban en uñas de cernícalo. Eran sus manos como de lavandera y aún conservaban hábitos de aseo. Usaba una venda negra bien ceñida sobre la frente; sobre ella, pañuelo negro, y negros el manto y vestido, algo mejor apañaditos
que los de las otras ancianas. Con este pergeño y la expresión sentimental y dulce de su rostro, todavía bien compuesta de líneas, parecía una Santa Rita de Casia que andaba por el mundo en penitencia. Faltábanle sólo el crucifijo y la llaga en la frente, si bien podía creerse que hacía las veces de ésta el lobanillo del tamaño de un garbanzo, redondo, cárdeno, situado como a media pulgada más arriba del entrecejo.
Vicente Blasco Ibáñez. Cañas y barro.
Deslizábase la barca por canales tranquilos, de un agua amarillenta, con los dorados reflejos del té. En el fondo, las hierbas acuáticas inclinaban sus cabelleras con el roce de la quilla. El silencio y la tersura del agua aumentaban los sonidos. En los momentos en que cesaban las conversaciones, se oía claramente la quejumbrosa respiración del enfermo tendido bajo un banco y el gruñido tenaz de Cañamel al respirar, con la barba hundida en el pecho. De las barcas lejanas y casi invisibles llegaban, agrandados por la calma, el choque de una percha al caer sobre la cubierta, el chirrido de un mástil, las voces de los barqueros avisándose para no tropezar en las revueltas de los canales. El conductor desorejado abandonó la percha, y saltando sobre las rodillas de los pasajeros fue de un extremo a otro de la embarcación arreglando la vela para aprovechar la débil brisa de la tarde. Habían entrado en el lago, en la parte de la Albufera obstruida de carrizales e islas, donde había que navegar con cierto cuidado. El horizonte se ensanchaba. A un lado, la línea oscura y ondulada de los pinos de laDehesa, que separa la Albufera del mar; la selva casi virgen, que se extiende leguas y leguas, donde pastan los toros feroces y viven en la sombra los grandes reptiles, que muy pocos ven, pero de los que se habla con terror durante las veladas. Al lado opuesto, la inmensa llanura de los arrozales perdiéndose en el horizonte por la parte de Sollana y Sueca, confundiéndose con las lejanas montañas. Al frente, los carrizales e isletas que ocultaban el lago libre, y por entre los cuales deslizábase la barca, hundiendo con la proa las plantas acuáticas, rozando su vela con las cañas que avanzaban de las orillas. Marañas de hierbas oscuras y gelatinosas como viscosos tentáculos subían hasta la superficie, enredándose en la percha del barquero, y la vista sondeaba inútilmente
la vegetación sombría e infecta, en cuyo seno pululaban las bestias del barro. Todos los ojos expresaban el mismo pensamiento: el que cayera allí, difícilmente saldría. [...] El vagabundo parecía enternecido por la copa que le había pagado Tonet. La calma del puerto, interrumpida a ratos por el martilleo de los calafates y el cloquear de las gallinas, excitaba su locuacidad, impulsándolo a las confidencias. No, Tonet; él no podía trabajar; él no trabajaría aunque le obligasen. El trabajo era obra del diablo: una desobediencia a Dios; el más gave de los pecados. Sólo las almas corrompidas, los que no podían conformarse con su pobreza, los que vivían roídos por el deseo de atesorar, aunque fuese miseria, pensando a todas horas en el mañana, podían entregarse al trabajo,
convirtiéndose de hombres en bestias. Él había reflexionado mucho; sabía más de lo que se imaginaba el Cubano, y no quería perder su alma entregándose al trabajo regular y monótono para tener una casa y una familia y asegurar el pan del día siguiente. Esto equivalía a dudar de la misericordia de Dios, que no abandona nunca a sus criaturas; y él, ante todo, era cristiano.
Reía Tonet escuchando estas palabras, considerándolas como divagaciones de la embriaguez, y daba con el codo a su harapiento compañero. ¡Si esperaba otra copa por sus tonterías, sufriría un desengaño! Lo que le ocurría a él era que odiaba el trabajo. Lo mismo les pasaba a los otros; pero unos más y otros menos, todos encorvaban el lomo aunque fuese a regañadientes. ‘[...]
Mientras Tonet andaba por aquellas tierras del otro lado del mar, metido en batallas, leía él los libros de los curas y pasaba las tardes a la puerta del presbiterio, reflexionando sobre las abiertas páginas, en el silencio de un pueblo cuyo vecindario huía al lago. Había aprendido de memoria casi todo el Nuevo Testamento, y aún parecía estremecerse recordando la impresión que le produjo el sermón de la Montaña la primera vez que lo leyó. Creyó que se rompía una nube ante sus ojos. Había comprendido de pronto por qué su voluntad se rebelaba ante el trabajo embrutecedor y penoso. Era la carne, era el pecado quien hacía vivir a los hombres
abrumados como bestias para la satisfacción de sus apetitos terrenales. El alma protestaba de su servidumbre, diciendo al hombre: «No trabajes», esparciendo por los músculos la dulce embriaguez de la pereza, como un adelanto de la felicidad que a los buenos aguarda en el cielo.
-Escolta, Tonet, escolta -decía Sangonera a su amigo con acento solemne.
Y recordaba desordenadamente sus lecturas evangélicas; los preceptos que hablan quedado impresos en su memoria. No había que preguntarse con angustia por la comida y el vestido, porque, como decía Jesús, las aves del cielo no siembran ni siegan, y a pesar de esto, comen; ni los lirios del campo necesitan hilar para vestirse, pues los viste la bondad del Señor. Él era criatura de Dios y a Él se confiaba. No quería insultar al Señor trabajando, como si dudase de la bondad divina que había de socorrerle. Solamente los gentiles, o lo que es lo mismo, las gentes del Palmar que se guardaban el dinero de la pesca sin convidar a nadie, eran capaces de afanarse por el ahorro, dudando siempre del mañana. Él quería ser como los pájaros del lago, como las flores que crecían en los carrizales: vago, inactivo y sin otro recurso que la divina Providencia. En su miseria, nunca dudaba del mañana. «Le basta al día su propio afán.» Ya le traería el día siguiente su disgusto. Por el momento, le bastaba la amargura del día presente; la miseria, que le proporcionaba su intento de conservarse puro, sin la menor mancha de trabajo y de terrenal ambición en un mundo donde todos se disputaban a golpes la vida, molestando y sacrificando cada cual al vecino para robarle un poco de
bienestar. Tonet seguía riendo de estas palabras del borracho, dichas con exaltación creciente. Admiraba sus ideas con tono zumbón, proponiéndole abandonar el lago para meterse en un convento, donde no tendría que batallar con la miseria. Pero Sangonera protestaba indignado. Había reñido con el vicario, saliendo del presbiterio para siempre, porque le repugnaba ver en sus antiguos amos un espíritu contrario al de los libros que leían. Eran iguales a los demás: vivían atenazados por el deseo de la peseta ajena, pensando en la comida y el vestido, quejándose del decaimiento de la piedad cuando no entraba dinero en casa, con la zozobra en el mañana, dudando de la bondad de Dios, que no abandona a sus criaturas. Él tenía fe y vivía con lo que le daban o con lo que encontraba a mano. Ninguna noche le faltaba un puñado de paja donde acostarse, ni sentía hambre hasta el punto de desfallecer. El Señor, al ponerle en el lago, había colocado a su alcance todos los recursos de la vida para que fuese ejemplo de un verdadero creyente. Tonet se burlaba de Sangonera. Ya que era tan puro, ¿por qué se emborrachaba? ¿Le mandaba Dios ir de taberna en taberna para correr después los ribazos casi a gatas, con el tambaleo de la embriaguez...? Pero el vagabundo no perdía su solemne gravedad. Su embriaguez a nadie causaba daño, y el vino era cosa santa: por algo sirve en el diario sacrificio a la Divinidad. El mundo era hermoso, pero visto a través de un vaso de vino parecía más sonriente, de colores más vivos, y se admiraba con mayor vehemencia a su poderoso autor. Cada uno tiene sus diversiones. Él no encontraba mejor placer que contemplar la hermosura de la Albufera. Otros adoraban el dinero, y él lloraba algunas veces admirando una puesta del sol, sus fuegos descompuestos por la humedad del aire, aquella hora del crepúsculo, que era en el lago más misteriosa y bella que tierra adentro. La hermosura del paisaje se le metía en el alma, y si la contemplaba a través de varios vasos de vino, suspiraba de ternura como un chiquillo. Lo repetía: cada cual gozaba a su modo. Cañamel, por ejemplo, apilando onzas; él contemplando la Albufera con tal arrobamiento, que dentro de la cabeza le saltaban unas coplas más hermosas que las que se cantaban en las tabernas, y estaba convencido de que, a ser como los señores de la ciudad que escriben en los papeles, sabría decir cosas muy notables en medio de su embriaguez. Después de un largo silencio, Sangonera, aguijoneado por su locuacidad, se oponía a sí mismo objeciones para rebatirlas inmediatamente. Se le diría, como cierto vicario del Palmar, que el hombre estaba condenado a ganar el pan con el sudor de su rostro, después del primer pecado; mas para esto había venido Jesús al mundo, para redimirlo de la primitiva falta, volviendo la humanidad a la vida paradisiaca, limpia de todo trabajo. Pero ¡ay! los pecadores, aguijoneados por la soberbia, no hablan hecho caso de sus palabras: cada uno quería vivir con mayores comodidades que los demás; había pobres y ricos, en vez de ser todos hombres: los que desoían al Señor trabajaban mucho, muchísimo, pero la humanidad era infeliz y se fabricaba el infierno en el mundo. Le decían a él que si la gente no trabajase se viviría mal. Conforme; serían menos en el mundo, pero los que quedasen permanecerían felices y sin cuidados, subsistiendo de la inagotable misericordia de Dios... Y esto forzosamente había de ocurrir: el mundo no sería siempre igual. Jesús había de volver, para enderezar de nuevo a los hombres por el buen camino. Lo había soñado muchas veces, y hasta en cierta ocasión que estuvo enfermo de tercianas, cuando le entraba el frío de la fiebre, tendido en un ribazo o agazapado en un rincón de su ruinosa barraca, veta la túnica de , morada, estrecha, rígida y el vagabundo extendía sus manos para tocarla y sanar repentinamente.